Dulce temor y desencanto enredado entre tus pupilas perdidas. La dicha, el silencio que acalla todo ruido indeseable. Entre cada silencio se esconden demasiadas palabras. Sin sabor de una vida larga y agrabiada. Silencio que devuelve la vida. Dulce sonido que acampa en tu interior, ocultandose en rizas y cantos. Pues: " SOLO DEBERIAMOS ROMPER EL SILENCIO CUANDO LAS PALABRAS SEAN MAS HERMOSAS QUE ÉL"... Carlos Ariel López